Gracias a la agrupación PH Kun se llevó a cabo la Convención Animé «Kame House Party» en la plaza central de Isla de Maipo. Este evento convocó a muchas personas entorno a la temática anime, manga, gamer, cultura japonesa, coreana y cultura pop.
Dentro de las actividades se destacan Anisinger (Cantantes de canciones de Animé), Bandas, Cosplayers («Costume Play», interpretación de personajes o idea de ficción), puestos de ventas de accesorios de animé y comida, invitados, concursos y premios.
Los organizadores señalaron que llevan aproximadamente dos años gestionando y organizando estos eventos en la provincia de Talagante, siendo «Kame House Party» el primero en Isla de Maipo.
En esta ocasión, se premio al mejor cosplay, siendo una isleña la galardonada con el primer premio de $100.000, y tres menciones honrosas para otros cosplayer participantes. Además, de premiar a un niño isleño con una Silla Gamer tras haber participado en el sorteo principal.
Definiciones
Si bien se conoce comúnmente a estos eventos como «Expo Anime», esta expresión no es del todo rigurosa, pues «Expo Anime» es una conversión de anime individual considerada la más grande del mundo desde 1992. En Chile, la Expo Anime Santiago «AEX», nace en 2002 en referencia a la Expo Anime. Esta se define como «la convención de animé, cómics, mangas, videojuegos y entretención con mayor convocatoria y trayectoria en Chile y una de las mayores de latino américa.» (anime-expo.cl, 2022). En este sentido, se reconoce el nombre «Kame House Party», pues se levanta desde una posición de alteridad con base en la memoria colectiva del evento mundial. Mezclando referencias populares y locales del territorio donde se ejecuta.
Nota del Editor
Se destaca la iniciativa ideada por la agrupación PH-Kun, quien desde la autogestión se organizan y reúnen entorno a gustos y preferencias en común. Estos eventos se configuran dentro de la promoción de espacios sociales para fortalecer los vínculos con nuestros pares. En definitiva, para crear y/o potenciar factores protectores.
Se hace referencia a esta idea, ya que el reconocer a la organización comunitaria como un motor de fortalecimiento de la autonomía, logra emancipar a los ciudadanos del paradigma del mercado-cliente. En otras palabras, los ciudadanos y los clientes ya no tienen el rol de proveedores de información sobre sus necesidades (como en los sistemas tradicionales), en vez de ello, contribuyen con el proceso de desarrollo de nuevos productos y/o innovaciones para resolver problemas.
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