Autor: C.A.

Un discurso estigmatizante hacia los medios comunitarios se refiere a la narrativa, mensajes o expresiones que desvalorizan, desacreditan o generan prejuicios sobre estas plataformas de comunicación. Estos discursos suelen presentar a los medios comunitarios como poco profesionales, partidistas, irrelevantes o incapaces de cumplir con estándares de calidad, ignorando su rol esencial en la promoción de la participación ciudadana, la democracia y la libertad de expresión.

El objetivo implícito o explícito de este tipo de discurso puede ser disminuir su legitimidad, limitar su alcance o justificar la falta de apoyo institucional y financiero, lo cual repercute directamente en su capacidad de operar y cumplir su misión de representar las voces locales.

Características comunes de un discurso estigmatizante:

  1. Descalificación generalizada: Se les asocia con sesgos ideológicos, falta de imparcialidad o amateurismo.
  2. Deslegitimación: Se minimiza su impacto o relevancia frente a medios tradicionales.
  3. Criminalización: En casos extremos, se les vincula con actividades ilegales o movimientos subversivos.
  4. Exclusión institucional: Se les niega el acceso a recursos públicos o espacios de participación bajo argumentos discriminatorios.

Este tipo de discursos no solo afecta a los medios comunitarios, sino que también empobrece el ecosistema informativo y limita el derecho de las comunidades a acceder y generar información representativa de sus realidades y necesidades.

Manifestaciones

La violencia hacia los medios comunitarios puede manifestarse de diversas formas, escalando desde discursos estigmatizantes hasta acciones más agresivas que buscan limitar su operación o excluirlos de beneficios sociales y la vida comunitaria. Algunos ejemplos incluyen:

Marginación social: En contextos locales, los medios comunitarios son excluidos de eventos oficiales o acceso a información relevante, argumentando que no tienen la misma «legitimidad» que los grandes medios. Esto contribuye a su invisibilización.

Criminalización del trabajo periodístico: En Colombia, periodistas de medios comunitarios han sido víctimas de amenazas y violencia física por su labor, especialmente en regiones afectadas por conflictos armados. Esto incluye asesinatos y secuestros, como en el caso de Efigenia Vásquez, asesinada en Cauca en 2017.

Ataques durante protestas sociales: En Brasil, se ha documentado el uso excesivo de la fuerza contra comunicadores sociales durante la cobertura de protestas. Estos ataques suelen ser justificados bajo el discurso de que los medios comunitarios son «agitadores» o «parcializados». En Chile, Francisca Sandoval, periodista de la Señal 3 de La Victoria, fue asesinada mientras cubría una manifestación por el Día del Trabajador. Fue baleada mientras realizaba su labor informativa, destacando los riesgos a los que están expuestos los trabajadores de medios comunitarios en contextos de conflicto social​.

Estas formas de exclusión y violencia representan una escalada del discurso estigmatizante. Refuerzan la percepción de que los medios comunitarios no son legítimos actores sociales y debilitan su capacidad de operar como herramientas de participación ciudadana, diversidad cultural y derechos humanos.

Extracto del conversatorio “Libertad de Expresión y Derecho a la Comunicación: la experiencia de la prensa independiente en tiempos de post-pandemia” de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile junto al Observatorio del Derecho a la Comunicación, en donde se aborda una definición sobre discurso estigmatizante. (Conversatorio completo)

Los alcaldes y los medios comunitarios

Los alcaldes suelen ser actores clave en la generación de discursos estigmatizantes hacia los medios comunitarios por varias razones estructurales y políticas:

1. Control político local

Como máximas autoridades municipales, los alcaldes manejan recursos y tienen acceso directo a las comunidades. En contextos donde los medios comunitarios actúan como contrapesos al poder, su capacidad de cuestionar decisiones municipales puede incomodar a las administraciones locales. Esto lleva a algunos alcaldes a desacreditar estos medios mediante discursos que los tachan de parcializados, ilegítimos o no representativos.

2. Intereses políticos y económicos

Los alcaldes dependen del control narrativo para mantener apoyo electoral y legitimar sus proyectos. Los medios comunitarios, al estar arraigados en las comunidades, frecuentemente exponen irregularidades en políticas públicas, falta de transparencia o exclusión social. Esta crítica directa amenaza las narrativas oficiales, lo que motiva a algunos alcaldes a adoptar un discurso estigmatizante como mecanismo defensivo.

3. Relación con los medios masivos

Los alcaldes tienden a favorecer relaciones con medios comerciales, que suelen ser menos críticos debido a su dependencia de la publicidad oficial. Al contraponer a los medios comunitarios como «amateurs» o «parciales,» refuerzan la percepción de que los medios masivos son más «profesionales,» debilitando el papel de los medios comunitarios.

4. Rol en la configuración de la vida local

El poder de los alcaldes no solo es administrativo, sino simbólico: moldean las narrativas locales sobre desarrollo, participación y ciudadanía. Medios comunitarios que visibilizan conflictos locales o contradicen la agenda municipal son percibidos como obstáculos al «progreso,» lo que lleva a discursos que buscan aislarlos social y políticamente.

Argumentos utilizados:

Los alcaldes que buscan desacreditar a los medios comunitarios suelen recurrir a argumentos que desvían la atención de los problemas denunciados hacia una supuesta «obstrucción» de su labor. Un ejemplo recurrente es afirmar que las denuncias o críticas de los medios comunitarios les obligan a dedicar tiempo y recursos a responder estas acusaciones, lo que supuestamente les impide llevar a cabo su trabajo municipal, o de relativizar el cuestionamiento ejercido. Este tipo de argumento busca generar simpatía hacia la autoridad y presentar a los medios como actores disruptivos, cuando en realidad cumplen una función esencial de fiscalización democrática.

Reflexión crítica

El discurso estigmatizante de los alcaldes hacia los medios comunitarios no solo es una estrategia de control, sino un síntoma de un modelo de gobernanza que prioriza la centralización del poder y la invisibilización de voces críticas. Este fenómeno refleja una visión limitada de la democracia, donde el pluralismo y la diversidad mediática no son entendidos como herramientas de fortalecimiento social, sino como amenazas. En lugar de promover medios comunitarios como aliados en el desarrollo inclusivo, los alcaldes a menudo los ven como rivales en la arena política.

La crítica no se limita a los alcaldes como individuos, sino al sistema que les otorga un poder desproporcionado sobre el acceso a recursos comunicacionales. Para superar este desafío, es crucial fomentar un marco legislativo que proteja los medios comunitarios y refuerce su rol como actores legítimos de la vida social y democrática.

Extracto del conversatorio “Libertad de Expresión y Derecho a la Comunicación: la experiencia de la prensa independiente en tiempos de post-pandemia” de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile junto al Observatorio del Derecho a la Comunicación, en donde se aborda la figura del Alcalde como agresor a los comunicadores locales. (Conversatorio completo)


El caso isleño

El 27 de noviembre de 2024, el alcalde Juan Pablo Olave fue entrevistado en Radio Isla, un medio señalado por cuestionamientos sobre su operatividad irregular en el municipio. Durante esta entrevista, el alcalde emitió declaraciones que consideramos estigmatizantes hacia nuestro medio.

Nuestro equipo analizó el video publicado por el municipio en respuesta al informe de Contraloría. Identificamos discrepancias significativas entre el contenido del informe y lo comunicado por el alcalde en el video. A diferencia de la presentación municipal, que resulta limitada y menos transparente, el informe oficial proporciona información más detallada y accesible, lo que refuerza la importancia de un análisis crítico y objetivo de los datos.

Revisa la nota del informe aquí

En el programa radial, el alcalde inició hablando sobre los índices de transparencia y el convenio con Contraloría de septiembre de 2023, temas que nuestro equipo ha analizado en otras publicaciones cuestionando su uso mediático e instrumental. Durante su intervención, el alcalde expresó: «Nos sometimos a exámenes que han relativizado algunos medios como Islita TV quitándole importancia». Esto es impreciso, ya que nuestro análisis crítico busca justamente otorgar a las acciones municipales la relevancia que merece, evaluando su contenido en detalle y promoviendo un debate informado. Ver investigación aquí.

En relación al informe de Contraloría, el alcalde señaló: «Yo entiendo que los medios, muchas veces con ciertas tendencias, quieran relativizar esto». Este enunciado constituye un discurso estigmatizante al insinuar que nuestro medio minimiza el informe, cuando en realidad destacamos los puntos clave y denunciamos la falta de transparencia al no compartir toda la información de forma equitativa y completa, como no se hace en la comunicación municipal.

Posteriormente, el alcalde afirmó: «Toda la publicación que hace Islita TV, que de verdad me parece bueno que haga un desglose del informe, porque uno no tiene tiempo a lo mejor para darse ese detalle, mantenga observaciones de carácter administrativo». Aunque inicialmente parece un reconocimiento, esta declaración también trivializa el trabajo periodístico de investigación al reducirlo a un ejercicio técnico, sin reconocer su profundidad crítica ni su contribución a la rendición de cuentas.

Además, el alcalde agregó: «Hay medios que le buscan la quinta pata al gato y que tratan de relativizar o bajarle el perfil, y de autoridades de esta comuna, pero son tema netamente de fanatismo político. No van a ver jamás el vaso medio lleno, nosotros vemos el vaso medio lleno, porque es contundente». Estas afirmaciones representan un discurso estigmatizante al atribuir un supuesto sesgo ideológico y fanatismo político al trabajo de investigación, simplificando el análisis a una polarización ideológica propia del paradigma occidental de izquierdas y derechas, en lugar de reconocer el valor del periodismo crítico como ejercicio democrático.

Finalmente, los demás enunciados sobre el informe de Contraloría y su respuesta no pueden ser evaluados, ya que carecen de verificadores objetivos y parecen basarse exclusivamente en comentarios políticos subjetivos. Este enfoque desdibuja los elementos técnicos y de fondo que son esenciales para un debate informado y transparente.

Ve le entrevista completa aquí


Las declaraciones del alcalde Juan Pablo Olave en la entrevista radial reflejan un discurso estigmatizante hacia Islita TV, deslegitimando su labor de investigación al asociarla con relativización, sesgo ideológico y fanatismo político. Estas afirmaciones buscan desacreditar el trabajo periodístico crítico, mientras que la comunicación municipal selecciona y enfatiza información conveniente sin un análisis exhaustivo. Este tipo de discurso no solo intenta restar importancia a las denuncias y fiscalización ciudadana, sino que también refuerza la exclusión de medios comunitarios en el debate público, debilitando la transparencia y la democracia local.

Referencias Bibliográficas

Estudio del Observatorio del Derecho a la Comunicación revela nuevas vulneraciones a la libertad de prensa en 2023. Recuperado de https://uchile.cl/noticias/221200/estudio-de-odc-revela-nuevas-vulneraciones-a-la-libertad-de-prensa

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