Autor: J.O.
REPORTAJE – Una vecina de Isla de Maipo ha denunciado públicamente una grave negligencia médica ocurrida en el centro de salud local, luego de que se le entregara información errónea respecto a sus controles ginecológicos, lo que derivó en la detección tardía de una lesión de alto grado.
Según relata la afectada, en enero de 2024 asistió a un control con una matrona del CESFAM Isla Centro, a quien le entregó los resultados de su mamografía y ecografía mamaria. Durante esa consulta, preguntó cuándo debía realizarse nuevamente el examen PAP. La matrona le respondió que, al haber cumplido los 65 años, ya no era necesario tomarlo, argumentando que por su edad no debía continuar con dicho control.
La paciente aceptó la indicación con tranquilidad, confiando en el criterio profesional. Sin embargo, en septiembre de 2024 recibió un llamado de una funcionaria, quien le indicó que debía realizarse nuevamente el PAP, ya que el último examen de 2022 había arrojado un resultado atípico. Al manifestar su sorpresa, recordó lo dicho por la matrona, quien le aseguró que no era necesario seguir tomándolo por su edad.
Pocos días después, el matrón Julio González volvió a contactarla, confirmando que debía repetirse el examen y explicándole la importancia del seguimiento. En octubre de 2024, la mujer se sometió nuevamente al PAP, cuyo resultado, entregado en noviembre, volvió a salir atípico. Ante esta situación, fue derivada al Centro de Referencia de Salud (CRS) del Hospital San Juan de Dios.
Tras una evaluación especializada, se le indicó que debía someterse a una biopsia, la cual fue realizada el 27 de diciembre de 2024. El examen arrojó un diagnóstico de neoplasia intraepitelial de grado 2 a 3, lo que ha generado gran preocupación y angustia en la paciente. Asegura haber pasado las fiestas de fin de año en estado de constante nerviosismo, temiendo un posible cáncer y lamentando el tiempo perdido por una información errónea.
La denunciante sostiene que si se hubiera seguido correctamente el protocolo, y si la matrona hubiera revisado su último examen, el problema se habría detectado con anterioridad. Por ello, solicita que se apliquen las sanciones correspondientes por esta presunta negligencia médica y anuncia que tomará acciones legales.
La respuesta del centro de salud
Tras la denuncia realizada por la vecina a través de la plataforma OIRS, quien acusó negligencia en la atención recibida por parte de la matrona del CESFAM local, el centro de salud emitió una respuesta formal reconociendo la gravedad de la situación y anunciando la apertura de una investigación sumaria para esclarecer los hechos.
En el documento firmado por el director del CESFAM, Jorge Condeza, se expresa empatía hacia la paciente, reconociendo el impacto emocional que ha generado la experiencia. “Lamento profundamente el malestar y la angustia que ha experimentado debido a la situación que describe”, señala la misiva, subrayando que la confianza en los profesionales de salud “es esencial para cada paciente”.
La respuesta institucional informa que se instruyó una investigación sumaria respecto al procedimiento seguido durante la atención, con el objetivo de establecer responsabilidades y evitar que casos similares se repitan. Además, se comprometieron a revisar los protocolos de atención, las capacitaciones internas y los procedimientos aplicados.
El relato de la vecina
Como medio conversamos con la vecina sobre su caso, esto fue lo que nos señaló:
Cuando cumplí 65 años, en diciembre (2024), me acerqué al CESFAM para mostrar los resultados de mi mamografía y ecografía mamaria. La matrona que me atendió revisó los exámenes y me dijo que estaban bien. Entonces le pregunté si podía pedir una hora para hacerme el PAP, pero me respondió que no. En ningún momento se sentó frente al computador ni revisó mi ficha clínica.
Según ella, el Papanicolau se realiza hasta los 65 años si está normal. Pero mi examen del año 2022 no estaba normal; había salido alterado. En ese momento, debieron haberme informado. Ella tendría que haberme llamado o enviado una notificación para decirme que el PAP estaba alterado y que debía repetírmelo. Pero eso nunca ocurrió. No me avisaron, no revisaron mi ficha. Ese fue el problema: no se dieron cuenta.
Pasaron dos años hasta que otro funcionario, Julito, revisó los antecedentes y encontró el resultado alterado. Me indicó que debía repetir el PAP, y nuevamente salió alterado. Él gestionó una interconsulta con el Hospital San Juan de Dios, donde me atendieron rápidamente. Me hicieron una biopsia y otros exámenes.
Pasé una Navidad y Año Nuevo terribles, llena de miedo. Fue un periodo muy angustiante para mí y para mi hijo. Ya habíamos vivido el cáncer antes, cuando mi esposo falleció por esa enfermedad. Pero Julito fue muy respetuoso y contuvo mi miedo, sin alarmarme más de lo necesario.
En el hospital, la biopsia confirmó un resultado negativo, por lo que me realizaron una intervención en la que me extrajeron un pedazo de útero.
Después de esto, intenté pedir una audiencia con el alcalde. Me dirigí a su oficina, pero la secretaria siempre me negó la reunión. Me decía que estaba ocupado, que no estaba disponible, o que me derivarían al señor Huaico. Hasta hoy, 23 de mayo, sigo esperando esa llamada. Nadie me ha respondido. He llamado varias veces y no contestan.
La solicitud de audiencia la hice en enero. Estamos en mayo y aún no tengo respuesta. La autoridad se ha desentendido del tema. No sé si el alcalde no ha sido informado, o si simplemente ha decidido no intervenir.
Fui a hablar con el señor Juan Vivanco, quien me dijo que no me preocupara porque se estaba llevando a cabo una investigación sumaria. Sin embargo, hasta ahora no he recibido ninguna respuesta formal. Se supone que la investigación comenzó en febrero, pero no tengo noticias de avances.
Además, quiero señalar que la matrona que me atendió es esposa del director del CESFAM de la Islita. Y me he enterado de manera informal que la persona que está realizando ese supuesto sumario es amiga de la matrona, jefa de SOME en el CESFAM de la Islita.


