Autor: C.A.
Como se había mencionado, el discurso estigmatizante hacia los medios comunitarios se refiere a la narrativa, mensajes o expresiones que desvalorizan, desacreditan o generan prejuicios sobre estas plataformas de comunicación. Estos discursos suelen presentar a los medios comunitarios como poco profesionales, partidistas, irrelevantes o incapaces de cumplir con estándares de calidad, ignorando su rol esencial en la promoción de la participación ciudadana, la democracia y la libertad de expresión.
El objetivo implícito o explícito de este tipo de discurso puede ser disminuir su legitimidad, limitar su alcance o justificar la falta de apoyo institucional y financiero, lo cual repercute directamente en su capacidad de operar y cumplir su misión de representar las voces locales.
Por segunda vez, el alcalde de Isla de Maipo, Juan Pablo Olave (UDI), ha emitido declaraciones públicas que buscan desacreditar nuestro trabajo periodístico. Esta vez, lo hace tras la publicación de una noticia sobre el oficio de la Contraloría General de la República, que evidencia que el municipio aún no ha subsanado las observaciones relativas a pagos irregulares de horas extras a funcionarios, observadas desde el año 2023. (Puedes revisar aquí)
A raíz de nuestra cobertura, el alcalde compartió un extenso texto en una página de Facebook de evidente orientación política afín, con la intención de relativizar la gravedad del documento de Contraloría. En su mensaje, intenta desinformar afirmando que el oficio “no corresponde a una nueva denuncia” y que solo revisa el estado de las medidas correctivas. Sin embargo, el dictamen es claro al indicar que aún existen observaciones pendientes y que la municipalidad debe adoptar medidas para corregirlas, lo que deja en evidencia que la administración local no ha cumplido plenamente con los compromisos asumidos.
Lejos de asumir responsabilidades, el alcalde dirige sus críticas hacia nuestro medio comunitario, calificándonos como una página “sesgada y con intención de enlodar su gestión”, sin entregar argumentos de fondo ni referirse al contenido específico de la nota publicada. Acusa a nuestra línea editorial de tener un sesgo político, mientras él mismo difunde su versión a través de plataformas abiertamente militantes de su sector político, con nula trayectoria periodística y sin personalidad jurídica ni concesión legal de comunicación digital, como sí posee nuestro medio.
En su declaración, incluso cuestiona que no hayamos informado sobre casos donde denuncias en su contra han sido desestimadas por los organismos fiscalizadores, desconociendo —una vez más— que la misión de los medios comunitarios no es reproducir propaganda institucional, sino ofrecer una mirada crítica, fiscalizadora y ciudadana, sobre todo cuando hay un evidente uso abusivo de los recursos comunicacionales municipales para posicionar su figura personal y política.


En su red personal, el alcalde refuerza este discurso estigmatizante, involucrando a los equipos municipales en una supuesta campaña de desprestigio, relativizando errores de gestión como si fueran detalles menores, sin asumir ninguna autocrítica. Insinúa que los problemas administrativos no son corrupción, cuando el daño se produce precisamente por la falta de transparencia, la ineficiencia y la nula disposición a corregir malas prácticas.
Esta serie de declaraciones reflejan un claro abuso de poder de una autoridad comunal que recurre a redes ideologizadas para estigmatizar un medio comunitario con años de trabajo, legitimidad legal y compromiso con la ciudadanía.
Dicha publicación, habría sido aceptada como colaboración en Instagram, por la autoridad comunal, pero horas después habría desestimado dicha publicación colaborativa.
Fecha de la historia 27 junio 12:36 de la noche.
Los comentarios en sus publicaciones


Seguiremos cumpliendo nuestro rol.
Porque la fiscalización ciudadana es parte esencial de la democracia, y porque la corrupción, el clientelismo y el uso partidista de lo público nos afectan a todos y todas, continuaremos informando, educando y visibilizando las malas prácticas del poder local, sin miedo y con la convicción de que otro tipo de comunicación sí es posible.