Autor:  Mujeres Organizadas 8M Isla de Maipo 2025

El 8 de Marzo en Isla de Maipo no es solo una fecha para conmemorar, sino una oportunidad para denunciar cómo las estructuras de poder, encarnadas en instituciones como el municipio, perpetúan la desigualdad de género a través de la reproducción de estereotipos y la invisibilización de las mujeres. Un ejemplo emblemático de esta dinámica fue la participación del alcalde Juan Pablo Olave en un evento con «vedettos» durante la «celebración» del 8 de Marzo de 2024, donde se reforzaron roles de género obsoletos, trivializando una fecha que conmemora la lucha por la igualdad. Esta no fue una acción casual, sino parte de una estrategia consciente que ha posicionado la figura del alcalde como un hombre sexualizado, buscando captar votos y adeptas mujeres, reduciendo su liderazgo a una cuestión de apariencia y no de gestión. Esta actitud se profundizó en la sesión del Concejo Municipal, donde el debate sobre el convenio con el SernamEG para implementar el Centro de la Mujer se convirtió en un espacio para discursos negacionistas. El alcalde banalizó la discusión con la frase «Ni uno menos», una expresión que no solo minimiza la violencia de género, sino que refleja una narrativa que desacredita la lucha feminista y perpetúa la desigualdad desde las propias instituciones.


En Isla de Maipo, la falta de políticas con enfoque de género es evidente en múltiples dimensiones. El Concejo Municipal, dominado por hombres, excluye las voces de las mujeres en la toma de decisiones, generando un sistema que no responde a sus necesidades. En los colegios, la ausencia de educación sexual integral limita la formación en temas de respeto, diversidad y prevención de la violencia de género. Las mujeres enfrentan acoso callejero en el transporte público, pero no existe una ordenanza municipal que lo sancione, dejándolas expuestas a situaciones de inseguridad. Los problemas medioambientales, como los malos olores en La Islita, impactan desproporcionadamente a las mujeres, quienes asumen el cuidado de sus familias en condiciones adversas. Por otra parte, los eventos culturales y festivos están dominados por artistas hombres, reforzando la invisibilización de las mujeres en espacios públicos y persistiendo en estereotipos de género que limitan las oportunidades para las artistas locales.
Estos ejemplos no son casos aislados, sino síntomas de un sistema que normaliza y reproduce la desigualdad.

Este 8 de Marzo no podemos conformarnos con iniciativas simbólicas. Necesitamos políticas públicas integrales que aborden la falta de acceso a servicios básicos, la violencia machista y la educación no sexista. Isla de Maipo tiene una deuda histórica con sus mujeres, y este 8 de Marzo exigimos que esa deuda comience a saldarse.


Nota: El contenido vertido en las columnas de opinión es de exclusiva responsabilidad de sus autores, y no refleja necesariamente la línea editorial de Islita TV.

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