Autor: Equipo de género de Radio Origen.
Este martes, en la sesión Nº 6 2025 del Concejo Municipal de Isla de Maipo, fuimos testigos de un preocupante episodio que pone en evidencia los discursos negacionistas y reaccionarios que han ido tomando fuerza en ciertos sectores políticos. La votación del convenio entre la Municipalidad y el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG) para la implementación del Centro de la Mujer en la comuna, que debió haber sido un trámite administrativo para garantizar un derecho fundamental, se transformó en un espacio donde las violencias simbólicas se hicieron presentes sin pudor.
El concejal Maximiliano Genskowski (UDI) emitió declaraciones que generaron controversia, mientras que el alcalde Juan Pablo Olave (UDI) banalizó el sentido de estas políticas con la frase “Ni uno menos”, intentando equiparar realidades que no son comparables. Más aún, Miguel Olave (UDI) reforzó una narrativa que minimiza la violencia estructural contra las mujeres con la afirmación: ”A los hombres que nos den duro, no más”. Estas declaraciones no son simples deslices, sino parte de un discurso antifeminista y negacionista que resuena con las posturas de figuras como Javier Milei en Argentina: discursos que buscan desacreditar la lucha por los derechos de las mujeres bajo la retórica de la «igualdad mal entendida».
Estas posiciones no son anecdóticas ni inofensivas. Son parte de un andamiaje ideológico que pretende desmantelar las políticas de género y los avances en derechos humanos, negando la existencia de la violencia machista como problema estructural. Cuando quienes detentan el poder en lo local replican estas posturas, no solo ponen en riesgo las políticas públicas de protección a las mujeres, sino que también refuerzan la impunidad social de las violencias cotidianas.
El negacionismo de la violencia de género no es solo una falta de información, es una decisión política. No es casual que en el concejo se busque ridiculizar y relativizar las políticas de género; es parte de una estrategia más amplia que busca frenar el avance de derechos y mantener un status quo cómodo para quienes se benefician de la desigualdad.
Como medio de comunicación comunitario, llamamos a la reflexión y a la acción. No podemos permitir que el discurso misógino y negacionista se instale sin resistencia en nuestros territorios. La lucha por la equidad de género no es un capricho, es una necesidad, que hoy, ante los discursos de odio, se vuelven más urgente que nunca.
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